Si existe algo más infinito que internet eso es el cielo que tenemos sobre nuestras cabezas. Un manto interminable plagado de estrellas e historias, un concepto inalcanzable que ha fascinado a la humanidad durante toda su existencia y que jamás seremos capaces de llegar a comprender o a estudiar de principio a fin, principalmente porque no tiene. La astronomía es algo fascinante que ha dado a la historia de la humanidad algunos de los mayores pensadores de todos los tiempos además de herramientas para convivir con la naturaleza, establecer estaciones, calendarios y métodos de orientación infalibles.
Desde siempre me gustó la escritura, recuerdo que cuando era un niño me presenté a un concurso de escritura y, cuando gané el primer premio, resultó que era una extraña lámpara. Era una lámpara esférica y oscura ¡qué paradójico! En la superficie circular se encontraban dibujadas distintas estrellas con diferentes configuraciones y, en el momento en el que la encendías, parecía hacerse de día en aquel pequeño universo y, trazando el dibujo que sugerían las estrellas, aparecían entonces dibujos que me cautivaron. Un escorpión, un cazador, una osa…
Cómo se formó el equipo
Quizá no fue aquel momento en el que decidí que me dedicaría a la Astronomía, pero, sin lugar a dudas, sembró la pasión en mi pequeña cabeza. La carrera de Astronomía no es muy demandada, en primer lugar, porque la gente dice que no tiene muchas salidas, pero quizá ello haga que los universitarios que nos inclinamos por estudiarla, probablemente tengamos mucha más vocación e interés que los alumnos de otras disciplinas.
Principalmente, un astrónomo puede dedicarse a la observación, a la investigación, a la docencia o a la elaboración de teorías, puede estar más o menos limitado, pero en mi caso lo único que me interesaba era aprender más por el mundo, la galaxia y el mundo que habitamos. Por eso mismo, puedo asegurar que fue en las clases universitarias donde conocí a un grupo de gente con el que me sentía cómodo y me identificaba. Los temas de conversación que teníamos y la pasión que nos unía por esta ciencia pronto nos terminó de unir y nos empujó a intentar promover nuestro amor por nuestro oficio.
Después de darle vueltas, valoramos montar talleres científicos, exposiciones etc., pero fue un día mirando a mi vieja lámpara que me vino la inspiración a la cabeza. Le comenté a mis amigos que también disfruto redactando y decidimos montar un blog en el cual plasmar todas nuestras inquietudes y curiosidades sobre astronomía.